domingo, 26 de agosto de 2012

Inoportuna.


El agua recorre mis cenizas
Para que brote el nuevo retoño
De este invierno casi muerto.
Y como corteza vieja,
Me hidrato de un nuevo caudal
Rozando tus caderas.

Es el agua que se despoja del cielo
Para caer raudo sobre la complicidad
De un inoportuno tiempo delirante,
Algo torpe y de adolecente fervor.

Es tu corazón el que marca el tiempo,
Que hace que los segundos parezcan horas
Cuando sobrevivo en el universo de tu seno.

Es la inocencia con la que se buscan nuestras manos
Para un encuentro fortuito, casi ajeno a la realidad.

Francoise.