Porque la muerte no quita la verdadera vida
Esa que queda cuando el cuerpo se hace ceniza
La verdadera vida eterna como alma divina
Plasmada de conocimiento y sabiduría.
Cada ser tiene un espacio en la dimensión infinita
Junto con las entidades divinas que acompañan el cielo
Donde la habitación de cada alma es un lucero
Que brilla en el negro cielo que entrega la noche.
El que quiera creer, que crea
Pero estas palabras no nacen de mis manos
Nacen de la verdad de mi alma instintiva
Que tiene escrito, millones de verdades.
Verdades que cada hombre tiene como tatuaje
En la columna de gases espaciales, que recorre su fuego
Verdades que dios escribió en nuestros torsos,
Como nuestra identidad divina en la tierra.
Nadie nace para quedarse
Donde la tierra lo ha entregado
Uno nace para llegar a la pascua
Que entrega la vida, hasta la otra vida.
Que no lloren los mortales y que no teman esta pascua
Que la vida solo es un paso, en un vehículo de hueso y carne
Nuestra verdadera vida es la que escapa hacia el universo
Escapa como lenguas de fuego, sobre nuestras cabezas mortales.
El que quiera creer, que crea
El que quiera sentir, que sienta
Pero cada hombre sabe
Que la vida no es simplemente esta.
