Que al traidor no lo perdonen, que trate de perdonarse así mismo y vera como cae desplumado y tumbado bajo sus sombras. Si, eso será más difícil. Que no busque acercarse a mis abismos por que terminara degollado por el filo de mis palabras y terminara atragantado con tanta pluma ensangrentada, por que al traidor no se le perdona, cuando su acto fue premeditado.
Recuerda que cargue con tu yugo y te hice la carga más ligera, pero que más puedo pedirle a estas aves desplumadas que emigran sin ver nada, solo tengan cuidado con las copas de los árboles cercanos, ¿acaso no ven que si te atrasan, pierden la bandada?
Que se pudra tu nido, aunque te deseo lo mejor, ¡que va! No me importa solo quiero quitarme esta amarga sensación, ver como se acercan los bichos a comer de poco carne en descomposición. Pero que más puedo pedirle a un loco, si no entiende ni cuando camina, solo sabe que lleva el fracaso clavado en el lomo y no se puede ya el extremado peso que lleva encima. Aunque esta treta la tiene bien jugada lo tengo claro, pero me anticipo como depredador a su presa, así, no caigo lastimado.
Así que escribo estas palabras negras como ceremonia de cierre, sacrifico la amistad por malas jugadas que no merecen perdón, aunque se por la experiencia y los tantos años que conozco tu vuelo, que vas directo a lo de siempre, ser un pájaro errante y negro.
La inseguridad llama a los inseguros, se juntan como piños y organizan veladas, se hacen ofrendas de la buena amistad y se pintan paisajes hermosos, pero avanza el consecuente tiempo y a punta de cañón mata a los inconsecuentes. Caen sus paraísos y se despluman de nuevo.
"Tus discursos banales, como las bipolaridades enclaustradas en unas cajas de zapatos, me hacen querer prenderle fuego a tanto racconto escrito. Es que no puede ser que lo premedité y lo que no quise creer se este cumpliendo. La mano traidora cayo frente a mi, aunque lo supe cuando te vi, te reconocí como Jesús a su Judas. Vi todo en tus ojos cuando nos conocimos."
Acá acabo mi ceremonia de cierre, concluyo y doy descanso a mis letras amargas.
