domingo, 24 de enero de 2010

arrebolados

Esta tierra tierna, me tiñó con sus luces nocturnas
Y yo que solamente esperaba el sonido del campanario para despertar
Bueno, al menos ya se que bajo las nubes rosadas
Los enamorados no se besan.
Escapan.

El verde lleno mis manos heladas y guarde el paisaje entre mis mangas
Arrebolados quería tener mis ojos, como esas nubes en el cielo
Pero ya no queda cielo, para este pobre ermitaño sin nombre.

Frente a una vista hermosa, nace un recuerdo triste
A veces es injusta la predicción, a veces son injustos los dones
Bueno que va, me alegra aun ser parte de tu paisaje
En el mío eres imborrable.